lunes, 5 de octubre de 2009

El Último Respiro

Miguel despertó ese día y supo que iba a matarse. Pero no había pensado en la idea anteriormente así que comenzó a maquinar un plan. Tomo una ducha, se afeitó, se vistió, y preparó el desayuno. Cuando terminó sus tostadas la tuvo: Se pondría su mejor traje, pelaría una piña y tras escribir su nombre en ella saltaría a las 11:54 del edificio más alto que encontrase. Aparentemente el suicidio parecería una locura, sin embargo, Miguel lo había pensado todo. Vestiría su mejor traje, porque a los 13 años le había prometido a su novia que el día de su muerte estaría elegante. Pelaría una piña, porque su bisabuelo tuvo un fundo de piñas y porque su padre, un amante de las plantas, le dijo que era quizás la fruta con más nutrientes para el organismo. Y, de todas formas, si es que de acuerdo al abecedario se le asignara un número a cada letra que compone la palabra piña y se las sumara todas, al, a su vez, sumarla con la resultante de la misma operación en su nombre, y, dividirlo entre 5, se obtenía la edad que el tenía: 22 años. [1] Saltaría a las 11:54, porque nació a esa hora. Y, saltaría de un edificio, porque siempre lo había fascinado la urbanística y porque, en lo más profundo de su corazón estaba el deseo de sentir mucha adrenalina. Así es, cada detalle significaba mucho para Miguel. Debía ser el suicidio perfecto.

Las razones que motivaron a Miguel fueron muchas. Quizás tantas, que lo mejor sería atribuirle la responsabilidad a un sueño que tuvo la noche anterior. Soñó, que estando en el útero de su madre, antes de nacer, un hombre la apuñalaba y la dejaba abandonada en el pavimento, ya muerta. Y los fluidos que lo contenían se iban enfriando, poco a poco, y no tardaban en descomponerse. Pronto, al estar la carne podrida, logro ver la luz. La luz que se abría paso y lo bañaba. Supo entonces, que ese era un llamado.

Salió ya listo, y se fue al supermercado. La busco por mucho tiempo, pero la encontró. Una de esas piñas nacionales, toscas y acidas. Compro también un marcador a prueba de agua y finalmente una navaja. Ahora buscaría el edificio.

Él sabía que el más alto de la ciudad era el centro cívico. Sin embargo hacia un año habían comenzado la construcción de uno que prometía superarlo, y debía estar seguro. Le consultaría a un colega suyo. Una vez en su oficina, la secretaria no despegó la vista de su paquete, que era de un tamaño mayor al promedio.[2] Cuando estuvo libre, lo llamó su colega. Sin duda, preguntó por la piña. –Ya sabes cómo soy- Le dijo Miguel. Y tras conversar un momento, descubrió que la construcción incompleta había superado la altura del centro cívico un par de meses atrás. Supo que eso no era para nada bueno: la gente trabajaba en ese edificio también por las noches. – ¿Crees que pueda entrar?- Preguntó. – ¿Acaso quieres verlo?- No podía sospechar nada, se lo pediría de una manera discreta: -Así es. Y necesito ir a verlo hoy. – Su colega, lo miró algo incrédulo. Bromeó: – ¿Eres acaso alguna clase de terrorista?- Miguel pensó un momento que si la gente se aterraría al ver el cadáver de un suicida, pues lo era. –Eso se sabrá mañana-. –Eres muy cómico. Y bastante extraño. Pero descuida Miguelito, les diré a mis hombres que iras a ver la obra esta noche. Lleva tus documentos, ¿sí?-. –Eso hare, camarada. Gracias.-. Se levantó y cuando se disponía a dejar la habitación escuchó la voz de su amigo: -Y no hagas muchos destrozos.- Lo miró con una sonrisa. –No lo haré -.

Ya oscurecía. La sed lo obligo a detenerse en un restaurante. Estaba abarrotado, y él sabía perfectamente que el calor humano podría hacerlo desistir. Así que tomó su bebida rápidamente, pagó por ella y salió. La moza que lo había atendido lo detuvo. –Ha olvidado su cambió señor. – Era una adolecente, muy bella y de labios muy finos. -¿Cómo es que dices?-. La joven, vocalizó nuevamente las mismas palabras, Miguel miro fijamente su boca: - Ha olvidado su cambio señor.-. “Que hermosos labios” Pensó. –Puedes quedarte con el si quieres.-. La joven sonrió. Quizás malinterpretó la situación. Le dijo: -Muchas gracias, soy Lucía-. –Yo soy…- Sintió que no debía hacerlo: -… Yo ya me iba.- La joven echó unas carcajadas. –¿Y esa piña?-. –Me gustan mucho las piñas. Me voy a mi casa a comerla.-. La joven se sonrojó: -Mi turno termina en diez minutos. Si me espera un momento podríamos ir a comerla juntos.-. Miguel sintió un malestar muy dentro suyo. –Perdona, pero es algo que debo hacer solo.- La joven se despidió y volvió al restaurante.

Caminó hacia la construcción. Ya estando cerca, quiso sentarse en una banca. Estaba oscuro y ya podía verse la primera estrella en el cielo. Se quedó mirándola por un momento. El malestar empeoró. –Esa no es una estrella, es Venus- Le dijo un anciano que se paró a su lado. Perturbado contesto: -¿En serio?-. –Así es hijo mío.-. –Gracias, no lo sabía..-. –Es muy hermosa, ¿No es así?-. –Sin duda.-. –Cuando mi esposa murió, solía venir y sentarme en esta banca para verla.-. Quiso detener la conversación e irse, pero, las palabras se le escaparon de la boca: -¿Y ya no la ve?-. –Es que, a pesar de que soy viejo, comprendí que la vida continúa... Mira hijo, sea lo que sea que te ocurra, no te preocupes. Ya te sentirás mejor.-. –Y, ¿Cómo sabe que me ocurre algo?-. –Tienes el rostro muy triste.- Era cierto, su rostro mostraba lo que sentía. Pero no era tristeza, era algo más profundo. Un coctel de nervios, nostalgia, rabia y tristeza. No podía continuar conversando. No le dijo nada más, se paro y prosiguió su marcha.

Llegó a la construcción y tras identificarse, entró. Estaba llena de obreros. Para suerte suya, estaban concentrados en los acabados y habían dejado desiertos los últimos pisos. Tomó el ascensor hasta la azotea y al abrirse las puertas pudo sentir la fuerza del viento. Se asomó al borde. Eran por lo menos 50 pisos. Se sentó. Dejó a un lado la piña y saco la navaja. Pero antes de comenzar a pelarla miró su reloj. Aún tenía tiempo de sobra. Pelaría la piña con las manos.

Le tomó bastante, y le dejó las uñas ensangrentadas, pero, había terminado. Ya casi era hora, así que sacó el bolígrafo y escribió sobre la piña. La puso al lado izquierdo de sus pies. Miró su reloj: Eran las 11:53. Se paró, cerró los ojos. Lo único en lo que podía pensar eran los labios de aquella chica. Respiró profundamente, puso un pie en el aire y con el otro se impulso. Dejó los pensamientos, y disfrutó de lo frio que estaba el aire. Del aire, fluyendo por su ropa. Del aire, que sería el ultimo que respirase. E impactó con el piso.

Las personas trabajando ahí, trataron de ayudarlo. Llamarón a un medico. Pero el, ya estaba muerto. Cuando la policía encontró su piña, leyeron lo que había escrito. Resulto que no era su nombre, había cambiado de parecer a último momento. Escribió: “No quiero morir”. Ahora sí era el suicidio perfecto.

[1] En el idioma español se tienen 27 letras, incluyendo la letra “Ñ”
[2] No es de vital importancia saberlo, pero la cosecha de piñas había sido muy buena ese año.



Cuento Ganador de la categoria CUENTO de los XII Juegos Florales de la Universidad Ricardo Palma

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Pinturas de Saturno (Dios Chronos)


Saturno Peter Paul Rubens - 1636





Saturno devorando a Un hijo Francisco de Goya - Alrededor 1819-1823

lunes, 14 de septiembre de 2009

Agradecimiento

¿Seguro ha notado el borrón de un post, no? ¿Qué?, ¿No lo ha hecho? Vale, ahora se lo digo: He suprimido un post. ¿Un post?, Y usted está pensado, “Y a mí que rayos me importa”. Yo le digo, “Esto le importa”…. “Si le gustan las piñas, y el suicidio” Si, si. Unos lloran, y otros simplemente están considerando demandarme por escribir cosas sin sentido (Háganlo, les aseguro que me ganan el juicio), pero lo que nadie va a negar, incluido vuestro humilde siervo, es que ha desaparecido un pedacito muy importante del Blog: Un cuento parodia, pero melancólico; Cómo el contrapeso de tanto sin sabor.

¿El motivo?, bueno, apresuradamente decidí presentarlo a un concurso, le di un par de correcciones, y esta mañana me llama un colega para decirme que he ganado. –He ganado…- Suena tan, épico. ¿Épico? ¡Así es!, Estoy perdiendo la capacidad de clasificar con palabras los hechos, especialmente hoy.

Entonces, esta es la parte donde me pongo un poco serio, y les digo. (Si si, a ustedes 2 o 3 pelagatos que revisan este Blog de vez en cuando, y al otro que entra, y se aguanta sus insultos (Que por cierto serían cordialmente bienvenidos), a mi alter ego: el señor Lorenzo Yrribaren, que se da la molestia de revisar cada cosa que cuelgo, y, a todos los desdichados que de alguna forma u otra han terminado en este sitio. A todos ustedes, Gracias.

PD: Algún día volverá a estos lares el famoso cuento premiado. Quiero tener la certeza de que no violó ninguna clausula del concurso al colgarlo en internet, y en su defecto, gestionar todo aquello cuanto deba gestionarse.

Claro, no iba irme sin darles el nombre del cuento. “El Último Respiro”. Entonces, hasta la próxima. (Las fotos son mi agradecimiento)














viernes, 3 de julio de 2009

Hidromiel




Seguro ya te estás preguntando (O lo has hecho hace mucho) por qué el blog se llama “Copas, cosas y más cosas”. Y seguramente una de tus expectativas era encontrar algún contenido alcohólico. Vaya decepción te has medito, ¿verdad? Pero para hacerle honor al nombre, les escribo estas palabras sobre la hidromiel. (Ver siguiente entrada)

Pues, primeramente, la hidromiel es la bebida de los dioses, por excelencia. (Ahora, que me preguntes que significa “por excelencia” exactamente, no sé, hazte la idea de que los griegos, hindúes, celtas, y otros más, relacionaban la hidromiel con sus divinidades). ¿Divinidades? Has de estar pensado que si te tomas cinco copas hidromiel vas a ser todo un dios. Créeme que no estás del todo equivocado.

Pero hidromiel, hidromiel… ¿Les dije que es la fuente de la vida eterna? Pues no se lo crean. A lo más van a conseguir una borrachera. Ya que, la hidromiel se caracteriza por una rápida y completa embriaguez.

¡Ajá! Y ahora te estás preguntando, ¿Dónde consigo este precioso licor? Pues, yo no conozco ninguna marca comercial así que vas a preparártelo tú mismo[i]:

Ingredientes:
-Presteza a leer tonterías en Blogs que no valen la pena.
-Agua.
-Miel. (De abejas, y lo digo por un caso… Do you know what I mean?)
-Pimienta. (Sí lo que buscas es la versión africana de la bebida, poco recomendable dicho sea de paso)[ii]
-Levadura.

Entonces, piensas… ¿Tan fácil? Pues, ¿Qué esperabas de una bebida llamada HIDRO – MIEL?
En fín. La Hidromiel obtiene alcohol del proceso de fermentación. ¿Y esto que te importa? Pues va a hacerte pensar dos veces antes de que utilices cualquier recipiente, porque de no esterilizarlo ese proceso de fermentación va a matarte de una salmonella. (Les aconsejo hervir recipientes de vidrio por 10 minutos para esterilizarlos).

Fermenta tu precioso licor alejado de la luz, en un lugar cálido y seco. Entre 30 y 32 C°. Despues de una semana sella los envases, estarán rebasando, así sabrás que tienes que sellarlos. Y tras otra semana, o un mes, ¿o un año?[iii] Que importa el tiempo colega, ¡piensa en la hidromiel!, tendrás tu trago listo.

¿A qué sabe? Bueno, a miel fermentada, algo espumosa. Te lo digo en una palabra: Deliciosa. Toma dos copas y veras como te codeas con todos los dioses del Olimpo. Puedes hasta incluso hacer una fiesta celta con todos tus amigos.

Ahora, puedes darle un toque especial. Sé creativo, usa, que se yo, canela para sazonarla, ¿zidra? por qué no, ¿Amargo de angostura?, todo vale. Sin embargo no es muy recomendable mezclarla, tanto por qué no se presta para ello (nunca llega a mezclarse del todo) y por tu propia dignidad, no vas a esforzarte tanto preparándola, para eso.

Entonces, me despido. Brinden por mí y pónganme al tanto de sus cosechas de hidromiel.

Disclaimer: La fotografía no es mía, pero es de uso general. (Cecidia por su autor, y de dominio público)



[i] Lo que no quiere decir que no exista ninguna marca comercial. Estoy seguro de que con tan solo Googlear encuentras una.
[ii] En algunos países de África, la pimienta es el complemento perfecto para la hidromiel porque balancea el dulce, y además apresura el proceso de fermentación.
[iii] Descuida, nunca tanto. Digamos, ¿2 meses? Si, así estará lista.

lunes, 6 de abril de 2009

Ambivalencia verde-amarilla

Ambivalencia verde-amarilla. Y me preguntan, ¿por qué verde-amarilla? Y me preguntan, ¿por qué ambivalencia? Y yo creo que todos ellos no...(Eliminado), ni tienen la menor idea de lo que estoy hablando.

Ambivalencia verde-amarilla. Un pequeño trauma de la infancia: C55 H72 O5 N4 Mg.
Verás. Que las plantas necesitan agua. Que el sol brilla arriba, y, que el cielo está lleno de golosinas, literalmente. Clorofila. Todo se resume a clorofila. La tienen las hojas y las vacas lunáticas. A lo mejor has escuchado para que sirve –No te lo diré -. Ahora bien, si queremos aprovechar el espectro electromagnético al máximo, tendremos que ser plantas (o vacas lunáticas, eso lo dejo a tu criterio). Sin embargo, a veces, eso no basta. Y llueve, no quiero ser romántico, en el sentido al goriano de la palabra, pero necesitamos esa basura que llaman agua. Y también ellas. ¿Quiénes? ¡Las plantas! Miguel, ¿Acaso no te has dado cuenta, que estamos hablando de las plantas? Pues, sin ella, ellas, reciben mucho sol, y como experto en jardinería (Quiero decir, habiendo matado a todos los especímenes Eukaryota – plantae que tuve), están condenadas a ajarse.

Ambivalencia verde-amarilla. Y me preguntan… Ya no sé qué decirles. No podemos separar la realidad del trauma. Se han juntado al punto de producirme añoranza. De borrar uno a uno pedazos de los recuerdos.-------- (Fuera de lugar)

A estas alturas ¿no sabes de lo que hablo? Y me preguntas, ¿de qué ambivalencia hablo? El pasto pluvial, el pasto húmedo. Arrancado de la tierra, metido a una redoma gélida, translucida. Y el dios estrella, irradiando rabia termodinámica. Y veras, color, longitud de onda 570–580 nanómetros: amarillo.

Ambivalencia verde amarilla… pasto húmedo - pasto seco. Y tuve que presenciarlo una y otra vez, ese cambio, año tras año.

Enri, La vaca lunática - En exclusiva para Copas cosas y más cosas

miércoles, 18 de marzo de 2009

"Waterpolo field" - "Cancha de water-polo"
Autor: Joan Torre

sábado, 17 de enero de 2009

La Dieta del ConeJo

La Dieta del Conejo:

Duración: de 4 a 6 semanas

-Saltos pequeños con los brazos flexionados como un conejo durante todo momento.

Alimentación:

-Consumo de solo 1 a 2 zanahorias y 50 gramos de alfalfa durante el día.

Resultados:

-Perdida de entre 20 y 30 kilogramos de grasa, masa muscular, masa cerebral y otros tejidos importantes.